-Pero las cosas no se dan como uno siempre espera, la mente juega en contra, el corazón desespera... Y no hay que pedir perdón por lo que no fue. Pero es inútil cambiar el maldito destino, la pena de haberlo querido carcome sus huesos. Y no hay disculpas que la convenzan, el solo la perdió sin que ella lo tenga.
- Thiago. (Un gran amigo)
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