domingo, 18 de enero de 2015

Don't go away.

Te pedí que no te vayas. Te lo supliqué a través de susurros, de gritos, de canciones y de mil maneras más, porque cuando no estuviste tampoco estuve yo y tengo estar.

Grite que te necesito, susurre lo mismo y te dediqué una canción tan hermosa que casi amé esa canción tanto como te ame a vos.

 Apareciste, te pedí que no te vayas y te fuiste.


Así son las cosas, pero sigo viviendo y ahora si estoy, creo.

domingo, 4 de enero de 2015

Volví.

Es raro volver al blog después de tanto, pero realmente necesitaba escribir para tratar un poquito de lo que siento adentro.

Tengo un problema que recién ahora puedo ver. Tengo pánico de lastimar. Salir lastimada es algo que soportaría, ¿pero lastimar a alguien que quiero? Eso sería inaguantable. Jamás quise lastimar a alguien y si lo hice pido perdón. Las cosas que yo digo siempre son verdaderas, porque si lo digo es porque lo siento, obvio que siempre se nos puede escapar alguna palabra de más que salió en un momento de enojo y de estupidez, pero por más de que sea  muy orgullosa, si de verdad quiero a alguien me se disculpar. Es por eso que escribo esto,  para aclarar ciertas cosas. Muchos dicen que me conocen y me plantean cosas absurdas, ¿pero cómo me van a conocer si ni si quiera yo misma me conozco? Lo único que se de mi misma es que no le miento a las personas que quiero con respecto a lo que siento por ellas (hablando en todo sentido, amigos, familiares, etc) Es muy difícil tener que tragarte que personas a las que queres te digan lo que teóricamente vos sentiste por ellas, en este caso, según ellos, sería nada. Puras mentiras, porque vuelvo a repetir, si yo dije algo en su momento fue porque realmente lo sentía, va, en realidad creo que cualquier persona que le importan los demás hace eso ¿sirve de algo decir una cosa por otra? Creo que no, pero a muchos les encanta hacer eso.


En fin, supongo que así es la vida.